Las albóndigas es una receta habitual en muchas casas y para la que cada cual tiene sus propios truquillos. En una receta fácil, rápida de hacer y que podemos dejar preparada de víspera. En la tarea además, pueden colaborar los niños, a los que generalmente mancharse las manos y ayudar a hacer bolitas les suele gustar, a mi al menos me gustaba. El queso les da un toque diferente, y la base de las albóndigas no deja de ser la misma, al igual que los pasos para hacer una buena salsa de tomate casera.
Ingredientes:
Para las albóndigas:
- 400 g. de carne picada (mezcla de ternera y cerdo)
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 diente de ajo
- 2 huevos
- 15 g. de miga de pan remojada en leche
- 80 g. de pan rallado
- 12 taquitos de queso
- Harina
- Sal
- perejil
Para la salsa de tomate:
- 2 kg. de tomates maduros
- 2 dientes de ajo
- 3 cebollas
- Sal, aceite y azúcar
Elaboración:
Salsa de tomate
Picamos las cebollas y los ajos y los ponemos a pochar con un par de cucharadas de aceite en una sartén. Cuando ya adquieran un color dorado, añadimos los tomates troceados, la sal y el azucar para quitar la acidez del tomate. Dejamos en el fuego durante 40 minutos y para terminar pasamos por el pasapuré y reservamos.
Albóndigas de queso
Picamos la verdura y añadimos la carne (que previamente habremos salado), el pan rallado, la miga de pan remojada en leche, los huevos y una pizca de perejil picado. Mezclamos todo bien con las manos y hacemos las albóndigas de tamaño medio, a las que introduciremos el queso. A continuación, pasamos las albóndigas por harina y las freímos en abundante aceite a fuego lento.
Por último, introducimos las albóndigas en la salsa de tomate previamente preparada, durante 20 minutos aproximadamente, a fuego lento.
Nota:
- Suelo utilizar queso de nata para las albóndigas porque tiene un sabor suave y es muy tierno pero podéis jugar con el que mas os guste.